Mi madre es una esclava de Cheliax. Siendo yo pequeño, me colocó de polizón en un barco hacia tierras lejanas para salvarme de mi destino.
Sin embargo la embarcación se dirigía a un lugar igual de siniestro: Chu Ye, una tierra oriental, dominada por gigantes-demonios (Onis) que esclavizan a los humanos para satisfacer sus vicios. Un lugar demasiado parecido a Cheliax.
Pero surgió una llama de la esperanza cuando los rebeldes de Mizu Ki Hikari me rescataron y reclutaron.
Como los Oni prohibían usar armas a cualquiera que no fuera noble, los rebeldes perfeccionaron un estilo de lucha con las manos desnudas, y aprendí de ellos.
Luche por la libertad de los humanos en esa tierra extraña hasta alcanzar mi madurez, y entonces decidí volver a occidente.
Me uní a la sociedad para luchar contra la tiranía, para intentar encontrar y liberar a mi madre y a otros esclavos, y buscando contactos que apoyen a los rebeldes de Mizu Ki Hikari.